El trabajo realizado en los centros de producción y procesado de alimentos (especialmente en la industria cárnica), es frecuente la exposición a agentes biológicos por la presencia de microorganismos patógenos. Así, uno de los principales riesgos para la salud laboral en el sector son las enfermedades infecciosas o parasitarias transmitidas al hombre por los animales o sus productos derivados.